Viajar, el mejor de los remedios para eliminar el estrés
El estrés, ruido, trabajo, grandes masas de población, tráfico… Son factores con los que tiene que convivir la población residente de las grandes ciudades. Pocos son los remedios que pueden combatir estos terribles factores. Muchos de los ciudadanos son incapaces de lidiar con estos asuntos, por lo que recurren al método más tradicional, viajar al dentro o fuera de tu país con el fin de desconectar de todo el trastorno ocasionado por estos agentes.
El principal y gran influyente en el estrés es el trabajo; en promedio un ciudadano dedica a lo largo de su vida 8 o 9 años a trabajar, lo que es igual a una décima parte de nuestra vida. El estrés además de influir en nuestro rendimiento como trabajadores, influye en nuestra vida diaria y en nuestra capacidad psicológica y de relación con los demás, tanto familiares como amigos o compañeros. Muchos han llegado a considerar el estrés como forma de vida, lo cual llega a afectar a la personalidad y puede variar el modo de ver la vida de un estilo más pesimista y negativo.
¿Cómo podemos evitar o reducir esto? Existen diferentes herramientas para eliminar el estrés, como por ejemplo el yoga o pasear por zonas residenciales y tranquilas, pero viajar y unas buenas vacaciones no tienen competencia en este aspecto ¿Por qué destaca pasar unas vacaciones o viajar a un destino turístico con respecto a las otras dos? Una encuesta realizada revela que casi el 90% de los ciudadanos se desestresan cuando realizan algún tipo de viaje.
Las razones están más que claras…
En primer lugar, el simple hecho de que el clima del destino al que viajamos sea soleado y de temperaturas relativamente altas hace que tras realizar estudios se deduzcan los siguientes resultados. El 76% de viajes realizados que desencadenan en una reducción considerable de estrés son destinos de sol y playa. El Caribe y en general, Centroamérica se llevan la delantera. Sí que es cierto que otros destinos de montaña y turismo rural como hemos mencionado anteriormente, favorece en gran medida para la reducción del estrés, a causa de la desconexión de la rutina constante de la ciudad.
En segundo lugar, viajar te hace feliz y no es una cosa que afirmen unos pocos sino que es un hecho. Además de alzar la autoconfianza, viajar permite al viajero conocer nuevas culturas y enriquecernos personalmente lo que hace que nuestra felicidad aumente de manera considerable. Para aquellos que no lo sepan, la felicidad y el estrés van más ligados de lo que uno piensa y es por este motivo por lo que debes conocer nuevo mundo.
Pero, ¿Qué pasa con el otro 16% de la muestra que no disfrutan de unas vacaciones? Puede que algunas de las razones que damos a continuación sorprendan a más de un lector. Algunas respuestas más comunes que no ayudan a eliminar el estrés son el miedo a volar. Según varios viajeros, el estrés acumulado durante todo el trayecto y la preparación previa del viaje hacen que no se disfrute como es debido, por lo que hay población que prefiere recurrir a recursos más simples y más caseros para combatir el estrés, como pueden ser practicar yoga o darse un plácido y relajante paseo por la ciudad.
Tras la previa obtención de datos hemos llegado a la conclusión que los puntos de máximo estrés durante el viaje son los puntos de trayecto en aeropuertos. La larga espera de 2 o más horas previas al avión hacen que los viajeros pertenecientes a este 16% comiencen su viaje agobiados. Afirman que hasta que no llegan al destino no dan comienzo al disfrute pleno de la aventura que les espera.
Muchos de los pertenecientes a este previo porcentaje afirman que lo que no soportan de irse de viaje es la dura vuelta a la realidad y a la rutina. En muchos de los casos los viajeros optan por coger varios días más de vacaciones en el trabajo con el simple y único objetivo de amortizar estos días para la futura adaptación al horario y a la rutina. Otra de las opciones, totalmente opuesta, es finalizar el viaje apurando hasta el último momento y adaptarse, completamente a la fuerza, a la dura vida rutinaria.
Como conclusión, se puede afirmar que alejarse de la sociedad, del ruido, del trabajo y en general de la ciudad y la rutina solo puede llevarse a cabo a través de unas vacaciones en puntos y zonas alejadas de estos factores.